Me encantan las alcachofas. Todas las recetas que pruebo me gustan, así que pienso ponerme morada hasta que termine la temporada.
Os animo a consumirlas, ya que son muy beneficiosas para nuestra salud. Como muchos de vosotros sabéis, tienen propiedades diuréticas, y son muy utilizadas en forma de cápsulas o pastillas para aquellas personas que retienen líquidos. También son conocidas sus propiedades para adelgazar. Pero además de todo esto, contienen vitaminas del grupo B y son muy ricas en minerales (hierro, magnesio, potasio y fósforo).
Esta receta me la ha pasado mi cuñada Anna de Génova (Italia), así que esta entrada se la dedico a ella.
Allá vamos con la receta,¡a ver quién se anima y me lo cuenta!
INGREDIENTES PARA UNA TARTA (6-8 PERSONAS)
- 1 lámina de masa de hojaldre o masa casera para tartas.
- 4 alcachofas.
- media cebolla.
- 300 g de ricotta o requesón.
- 50 g de parmesano rallado o grana padano.
- 3 huevos.
- 200 g. de queso en dados (yo uso emmental).
- 2-3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
- 3 cucharadas de agua.
- sal
- pimienta negra.
(Para los veganos, se puede sustituir el huevo por "huevo sin huevo" y los quesos por quesos veganos).
PREPARACIÓN
Si utilizamos masa de hojaldre comprada, la sacamos del frigo para que coja algo de temperatura. Yo suelo hacerlo con masa casera.
Lavamos y preparamos las alcachofas, cortando las puntas y retirando todas las hojas duras hasta llegar al corazón. Las picamos muy finitas y reservamos. Hacemos lo mismo con la cebolla, y ponemos ambas verduras a cocinar con el aceite y el agua, hasta que se haya consumido todo el líquido. El fuego lo ponemos bajito hasta que esté todo bien pochado. Reservamos.
En un recipiente hondo batimos los huevos, añadimos el requesón, parmesano y el emmental en dados. Añadimos las alcachofas y la cebolla pochadas, la sal (poquita, porque tenemos ya el parmesano y el queso), y la pimienta negra. Mezclamos bien.
Engrasamos la fuente en donde vamos a hacer la tarta y ponemos un papel de horno. Estiramos bien la masa y forramos el fondo y la pared de la fuente con 2/3 de la misma.
Añadimos el relleno y situamos el otro tercio de la masa. Sellamos bien los bordes y pintamos con un poco de aceite de oliva.
Horneamos 30 minutos a 180 grados, en horno precalentado, hasta que esté bien doradita.
Está buenísima tanto en caliente como en frío, y es un plato muy completo. Ideal acompañado de una ensalada fresca.
Yo he hecho la versión mini, ya que sólo somos dos...nos está esperando para la cena. Pero...¡ha venido un ratoncito y se ha comido ya un trozo!
¡Feliz fin de semana!.
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