Estas
hamburguesas me las he inventado, después de que no consigo cogerle el punto a
la cocción del amaranto. Me queda siempre muy pegajoso, así que decidí
mezclarlo con el mijo y la verdad, he acertado.
No
os podéis imaginar la cantidad de nutrientes que tienen el mijo y el amaranto.
Son ambos considerados como pseudo cereales, y muy ricos en proteínas. Además,
no tienen gluten. Os pongo aquí, de modo muy esquemático, sus propiedades
principales:
MIJO
No
contiene GLUTEN.
Rico
en fibra soluble (aumenta la sensación de saciedad).
Muy
rico en MINERALES:
-HIERRO: para personas con anemia.
-MAGNESIO: calambres
musculares-tics oculares.
-FÓSFORO: Indicado para estados de
cansancio, fatiga, astenia o depresión.
Muy
rico en vitaminas del grupo B: muy bueno contra el estrés y rico en ácido
fólico (para el embarazo)
AMARANTO:
No contiene GLUTEN
(indicado para celíacos).
Posee varios
componentes con efectos ANTICANCERÍGENOS.
Considerado uno de
los mejores alimentos de origen vegetal.
Muy ANTIOXIDANTE.
Rico en OMEGA 6.
Indicado para
enfermedades CARDIOVASCULARES.
Baja el COLESTEROL y
los TRIGLICÉRIDOS.
Es
bueno combinarlo con LEGUMBRES (lentejas, garbanzos, azukis, judías) para
obtener alimento completo (proteínas de alto valor biológico, sobre todo en
dietas vegetarianas).
INGREDIENTES:
-
1 vaso con mijo y amaranto mezclados.
-
2 huevos
-
verduras (yo puse 1/2 puerro, 1/2 cebolla, 1 diente de ajo, 1 calabacín)
-
perejil picado (3 cucharadas soperas).
-
aceite de oliva virgen extra - 1 cucharada sopera.
-
sal marina y pimienta.
PREPARACIÓN:
Cocemos el mijo y el amaranto según las indicaciones
del paquete. Reservamos.
Picamos las verduras, muy finitas.
En una sartén, ponemos el aceite y añadimos las
verduras para que se vayan pochando. Cuando estén listas, dejamos templar un
poco.
En una fuente, mezclamos el mijo y amaranto cocidos
con los huevos batidos, las verduras, el perejil, sal y pimienta.
Podemos freirlas, aunque yo las hago siempre al
horno, 10 minutos por cada lado a 200 grados, con horno precalentado. Así son
más ligeras y quedan crujientes por fuera y blanditas por dentro.
¡Están deliciosas!
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