Hoy publicamos una reflexión muy interesante, extraida de internet, con autor desconocido.
Para acompañar a la lectura, os recomendamos esta canción, de un artista fallecido hace pocos años. A pesar de su obesidad mórbida, Israel Kamakawiwo'ole tenía una de las voces más dulces que jamás he escuchado.
En la fila del
supermercado, el cajero le dijo a una señora mayor que debería traer su propia
bolsa para las compras, ya que las bolsas plásticas no son buenas para el medio
ambiente y era necesario tener cultura ecológica.
Este es nuestro
problema ahora. Su generación no tuvo suficiente cuidado para preservar nuestro
medio ambiente.La señora pidió disculpas y explicó:
Es que no había esta cultura ecológica en mis tiempos...
En aquel
entonces, las botellas de leche, las botellas de gaseosas y las de cerveza se
devolvían a la tienda; la tienda las enviaba de nuevo a la planta para ser
lavadas y esterilizadas, antes de llenarlas de nuevo, de manera que podían usar
las mismas botellas una y otra vez. Así, realmente las reciclaban.
Pero no teníamos cultura ecológica en nuestros tiempos...
Subíamos las
gradas porque no había escaleras mecánicas en cada comercio y oficina.
Caminábamos hasta el almacén en lugar de montar en nuestro vehículo de 300
caballos de fuerza cada vez que necesitábamos recorrer dos cuadras.
Pero tenía razón: no teníamos la cultura ecológica en nuestros días...
Por entonces,
lavábamos los pañales de los bebés porque no había desechables. Secábamos la
ropa en tendederos, no en esas máquinas consumidoras de energía sacudiéndose a
220 voltios; la energía solar y la eólica verdaderamente secaban nuestra ropa.
Los chicos usaban la ropa de sus hermanos mayores; no siempre modelitos nuevos.
Pero está en lo cierto: no teníamos una cultura ecológica en nuestros
días...
En ese entonces
teníamos una televisión o un radio en la casa, no un televisor en cada
habitación; y la TV tenía una pantallita del tamaño de un pañuelo (¿se
acuerdan?), no una pantallota del tamaño de un estadio.
En la cocina,
molíamos y batíamos a mano, porque no había máquinas eléctricas que lo hacían
todo por nosotros.Cuando empacábamos algo frágil para enviarlo por correo,
usábamos periódicos arrugados para protegerlo, no plastoformos ni bolitas
plásticas.
En esos tiempos
no encendíamos un motor y quemábamos gasolina sólo para cortar el pasto;
usábamos una podadora que funcionaba a músculo. Hacíamos ejercicio trabajando,
así que no necesitábamos ir a un gimnasio para correr sobre pistas mecánicas
que funcionan con electricidad.
Pero está en lo cierto: en esos tiempos no había una cultura ecológica ...
Bebíamos de una
fuente cuando teníamos sed, en lugar de usar vasitos o botellas de plástico,
cada vez que teníamos que tomar agua.
Recargábamos
las plumas fuentes con tinta, en lugar de comprar una nueva; cambiábamos las
hojillas de afeitar en vez de echar a la basura toda la afeitadora sólo porque
la hoja perdió su filo.
Pero no teníamos una cultura ecológica por entonces...
En aquellos
tiempos, la gente tomaba el tranvía o un ómnibus y los chicos iban en sus
bicicletas a la escuela o caminaban, en lugar de usar a la mamá como un
servicio de taxi de 24 horas.
Teníamos un
enchufe en cada habitación, no un banco de enchufes para alimentar una docena
de artefactos; y no necesitábamos un aparato electrónico para recibir señales
de satélites a kilómetros de distancia en el espacio para encontrar la pizzería
más próxima.
Así que, ¿no
les parece lamentable que la actual generación esté lamentándose cuán botarates
éramos los viejos por no tener esta cultura ecológica en nuestros tiempos?
Foto: subida al Aguile du Midi (Mont Blanc - Los Alpes), por Rosa Glez.Castro 2010.